viernes, 18 de febrero de 2011

LA OBSTINACIÓN DE RILKE

Lo que nunca escribi, fue este poema del libro de horas de Rainer M. Rilke, (al que descubrí leyendo una novela de Antonio Gala).
Lo que describe, es realmente asombroso.
La pasión es algo tan pasajero..., casi tanto como el amor....y sin embargo él...



Apágame los ojos: puedo verte;
ciérrame las orejas: puedo oírte,
y sin pies puedo andar hacia ti,
y aun sin boca puedo invocarte.
Arráncame los brazos y te asiré
con el corazón como con una mano,
detén mi corazón y latirá mi cerebro,
y si incendias mi cerebro
te llevaré en mi sangre.

jueves, 10 de febrero de 2011

AMOR CONSTANTE MAS ALLÁ DE LA MUERTE

Lo que nunca escribí fue este soneto de Quevedo, uno de los más conocidos y bellos de los escritos por este autor.
Me gusta mucho Quevedo, tengo una antología poetica suya siempre a mano, y que suele viajar conmigo los veranos.
Pienso que de haber coincidido con él, intuyendo su carácter y personalidad sin duda me habría escrito un soneto mordaz, doliente, sangrante y puntilloso, ¡en fin me he quedado con las ganas!.

Este soneto, a veces cuando estoy desvelada por las noches, le recito a modo de oración, a otros les da por el Padrenuestro, a mi no.

Paisaje de Ciudad Real - Foto de Cirilo
 Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare al blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoría, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido
venas, que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, más tendra sentido;
polvo serán, más polvo enamorado.